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«En este blog podrás encontrarte con contenido humorístico, romántico, violento, reflexivo y todo lo que a su autor le dé la gana con todo lo que ello conlleva y puede abarcar, sin querer en ningún momento ofender a nadie, siendo además todo ello opinable y comentable.

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¡Hola queridos visitantes que acabáis de caer en este blog! A continuación, os dejo una pequeña muestra de lo que os podéis encontrar aquí entre otras cosas, y unos pocos datos sobre mí,  para que me conozcáis un poco mejor.

(P-2),(S-1),(V-1)

Todo comienza el día que nací lógicamente…. Al igual que la mayoría de mi familia, yo también soy de origen portugués. Nacido al norte del país, no muy lejos de Galicia, ¡Oh! que grandes tierras esas bañadas por el atlántico, llenas de historias de descubrimientos en siglos pasados y de barcos gobernados por grandiosos marineros. Tierras de pescadores y… mueh, todas esas cosas. Empiezo de nuevo…

Lo primero que debéis saber, es que yo de pequeñito con apenas seis-siete años me obsesioné con el anuncio de la SNES (Súper Nintendo Enterteinment System) que emitían en la tele, ¡flipaba en colores!, era la puta consola del siglo, o al menos lo era para mí, y la quería desesperadamente hasta el punto que me pasé meses suplicando a mis padres día y noche para que me compraran una; a la hora de comer, de camino al colegio, de vuelta del colegio, mientras cagaban, en el supermercado, por los extensos pasillos del que una vez fue uno de los mayores centros comerciales de Europa, cuando cagaba yo, cuando follaban y finalmente por teléfono cuando salieron los primeros móviles y pude tener uno. Y lo segundo, es que por entonces vivía en un pueblo de esos en el centro del país… sí, de esos que si creéis que los portugueses hablamos jodidamente mal, vayan al pueblo ese y veréis como podéis hasta llorar de la impotencia mientras os sangran los oídos, pero volviendo a lo que estaba, que aparte de vivir en un pueblo de esos, yo era muy mongolo, lo que hacía que apenas se me entendiera al hablar, por lo que mi viejo, hombre de gran importancia en Portugal, cansado de mi hasta la saciedad, un día decidió pararse a intentar escucharme y entenderme.

Me refiero un día desde que nací, no desde que empecé con lo de la Nintendo, que quede claro. Sigo, sigo…

De mis ojos se desprendieron algunas lágrimas cuando logré asimilar que por vez primera desde que salí del vientre de mamá, la mirada de mi padre y la mía al fin se habían encontrado, con el añadido de que casi de seguro, una vez me escuchase, ¡me regalaría la puta máquina más molona de todos los putos tiempos!

En fin, que el viejo se agachó para ponerse a mi altura y después de un rato escuchando mis balbuceos y ver cómo me salía la baba de la boca, se levantó, me dijo –Vale hijo, si es eso lo que quieres, eso tendrás. Siempre y cuando luego te estés bien calladito claro.-, me volvió a agarrar de la mano y sin volver a prestarme ni una pizca de atención, igualito que en los seis-siete años anteriores de mi vida, seguimos caminando por el parque hasta que nos volvimos a casa.

Tres días más tarde, me vino a despertar alegremente a la cama, también por primera vez desde que nací ya que normalmente solo lo hacía a base de ostias con correas, chanclas y demás, y unas horas más tarde, llegamos a uno de los muelles donde operaba el ejército portugués.

Y de pronto allí estaba yo, agarrado de la mano de mi papá y frente al cacho de hierro ese que flotaba sobre el mar. No sé qué mierda había entendido el viejo un par de días antes, pero me acababa de regalar todo un navío militar, un Buque Destructor de clase Alpha de la marina portuguesa… a ver como mierda le decía yo en ese momento y sin saber hablar, que no quería aquella porquería sino un Súper Nintendo. Finalmente me lo quedé. No molaba tanto como la consola pero tenía más botones y cuando lo aprendías a manejar, se movía en cualquier dirección y disparaba fuego contra los edificios a varios kilómetros; estaba bastante chulo la verdad…

Dos años y tres meses después, y tras haber arrollado una enorme cantidad de barcos de pesca típicos portugueses, algunos de ellos para exponer en museos de historia del país, y haber hundido varias generaciones de la Historia de Portugal, llegué a Galicia. Nada más llegar, me pregunta un gallego desde la ventanilla de un camión en el muelle, -Eh rapaz, que barco tan bonito tienes. ¿No te interesa llevarte lejos y para ti, varios contenedores llenos de putes?- a lo que le respondí -No gracias, la verdad es que por culpa de todos los posters de los camerinos del barco siento mucha curiosidad por los chochos y tal, pero me da un poco de rollo sabes…-, recibiendo como respuesta uno de esos discursos gallegos tan convincentes que aunque sepas que no está bien, lo acabas aceptando, vamos, igualito que lo que suele ocurrir cada vez que se acercan elecciones generales.

-Oye chaval, he conseguido darle esquinazo a la policía que lleva días persiguiéndome el camión, las putes no han comido ni bebido nada desde que las traje de los países del Este y bueno, que aquí ya no se pueden quedar porque las mandaran de vuelta si nos pillan. Venga rapaz, apiádate de ellas que seguro que tienes el barco lleno de provisiones militares para toda una vida y si lo piensas bien, por comer y beber gratis seguro que te ponen las tetitas en la cara, capaz te follan y todo cuando crezcas un poco, y te estarán eternamente agradecidas- dijo. Algo que sin duda me convenció con tan solo nueve añitos que tenía. Aunque a día de hoy, visto lo visto y con 27 años que tengo, me volvería a convencer todo sea dicho.

Nada, que al final abrimos los contenedores y metimos a todas las putas en el Destructor. Miles de buenísimas y cachondísimas putas en ropa interior o directamente en tetas desfilaron delante de mí, y por primera vez y tras muchas pajas en alta mar, me estaba dando cuenta de lo que de verdad era llevar el palo bien duro dentro de los pantalones, hasta el punto que era doloroso pero incapaz de borrarme la joven sonrisa. Eso sí, antes de partir con mi nueva y desmadrada vida de erecciones hasta la inconsciencia, el gallego me dio un último consejo: -no te quedes por aquí rapaz, vete hacia el norte, para aguas internacionales para allá para o carallo…- y eso hice.

Un año después y sin saber cómo, acabamos cerca de algún Polo o algo similar.

Un aire helado empezó a congelar hasta las ventanas, a lo que las putas, preocupadas por cómo pudiese estar yo, vinieron todas corriendo a calentarme a mi camarote con la desgracia que se encontraba éste a la izquierda del barco. El peso de tanto culo y tanta teta hizo el resto… volcamos hacia ese lado y ante el frío y el susto, me cogí el único bote salvavidas y salí a toda ostia, a todo lo que daba el pequeño motor de gasoil vamos; dejándolas a todas allí tiradas…

Aún recuerdo los lejanos gritos con acento del Este diciéndome –Chinijo cabrón! ¡Hombres de mierda! Nos vengaremos de todos y cada uno de vosotros sin piedad ni descanso!- y movidas similares.

Finalmente y por miedo a todo ese rollo de los juicios por daños al medio ambiente y demás estragos por lo del navío, me vine a vivir a Lanzarote en plan pobre total. Y las putas… a día de hoy y tras varias historias que me han llegado a los oídos desde muy lejos, sé que aún hay miles de ellas abandonadas por los mares de todo el mundo y escondidas en islas desiertas donde de todos los que en ellas se adentran, nadie sale con vida. Creo que la ira y la rabia que les provocamos el gallego y yo al pasar de su puto culo, las hizo evolucionar en busca de venganza sobre cualquier hombre.

Y bueno… ésta es mi historia. Es el pasado con el que debo cargar toda la vida. Es la historia de los derramamientos de sangre de turistas, piratas, surferos y marineros en los mares y las inexploradas islas de éste mundo; es la historia de… ¡LAS SIRENITAS!

Gracias por tú atención. Si quieres seguir perdiendo el tiempo, no te lo pienses dos veces y haz click en cualquiera de mis publicaciones pero sobre todo, no dudes en volver.

 

-Simbología del blog-

Junto a cada título añado una serie de símbolos formados por una letra y un número. Cada letra representa un tipo de contenido diferente y cada número, el nivel de frecuencia y/o explicitud de dicho contenido siendo las letras:

(P) = Palabrotas o expresiones mal sonantes – (S) = Sexo – (V) = Violencia

y los números:

(0) = nulo – (1) = muy reducido – (2) = frecuente – (3) = alto contenido – (4) = abusivo

así por ejemplo, si te encuentras con un «(P-2),(S-0),(V-3)» sabrás que estás ante un texto con un frecuente uso de palabrotas, ninguna referencia sexual y un alto contenido de violencia.

Por supuesto y a pesar de que me esforzaré por revisar todo y clasificarlo de la mejor manera posible, estaré muy agradecido de recibir cualquier reporte sobre algún más que probable error que haya podido o pueda cometer a la hora de clasificar cualquier contenido. Del mismo modo, estoy totalmente abierto a cualquier sugerencia sobre cómo clasificar cada texto. Para cualquier duda o llevar a cabo cualquier acción de las comentadas anteriormente, te agradecería que te pusieras en contacto conmigo a través de la página de Facebook de éste blog, a través de mi ->página personal<- en la misma red social o, a través de mis correos electrónicos de Gmail: Pedromiguelmoreiramachado@gmail.com y  Outlook: Pedromiguel1988@hotmail.es.